Criollistas venezolanos:
Rómulo Gallegos
El novelista venezolano más relevante del siglo XX, y uno de los más grandes autores latinoamericanos de todos los tiempos, Rómulo Gallegos, fue un reconocido escritor y político.
Su aporte
mas asociado al criollismo es Cantaclaro, es una obra inspirada en las
dificultades históricos que ha enfrentado el pueblo latinoamericano, y a
su vez se relaciona directamente con la patria de Simón Bolívar Renombrada como la segunda gran novela de
gallegos, en la cual se funden y equilibran las dos corrientes de la literatura
venezolana: el criollismo naturalista y el modernismo artístico.
Hay que
considerar que Venezuela posee un particular conjunto de mitos y leyendas en el
cual se encuentran: El Ánima sola, La Sayona, la Llorona, entre muchos otros.
Teresa de la Parra
Una escritora insigne de la letra venezolana considerada junto a Rómulo Gallegos, la novelista más importante del siglo XX en nuestro país. El estilo literario de Teresa de la Parra se caracteriza por su transparencia, donde se mezcla el criollismo venezolano con la influencia de las letras europeas. Su obra es una puerta abierta hacia el pasado, uno que se nutre de su historia y relatos familiares, además de manifestar un particular feminismo donde reivindica la libertad.
Uno de sus principales aportes a la
literatura venezolana, radica en la introducción del humor y la ironía en
su obra, lo cual contrastaba con el tono serio y amargo de la literatura de la
época. Su primera y más famosa novela Ifigenia. Además es autora
de Memorias de Mamá Blanca (1929) y del libro de ensayos Influencia de las
mujeres en la formación del alma americana (póstuma,1963) además de un amplio
epistolario.
Manuel Vicente Romerogarcía
Fue uno de
los creadores de la Delpinada, manifestación satírica con el que en 1885
algunos intelectuales trataban de mostrar el régimen del dictador, al que
denominaban El Ilustre Americano. En 1890 publicó la novela Peonia,
obra que influyó notablemente en los escritores venezolanos
contemporáneos. Peonia fue considerada como la primera novela
representativa del criollismo en la historia de la literatura venezolana. Por
primera vez se introducían en una narración elementos, descripciones,
personajes y símbolos propios del mundo criollo.
Luis Manuel Urbaneja Achelpohl
En su prosa
aparecen escenas típicas de nuestros campos: el idilio de los campesinos, la
yunta perezosa de bueyes que aran la tierra pródiga, el sol quemante de los
mediodías, los polvorientos caminos de las aldeas, perdidas en las inmensas
soledades, en los reflejos de los vastos horizontes venezolanos.
Francisco Lazo Martí
Reconocido
como el máximo exponente venezolano del nativismo criollo, en 1901 se
presenta su obra, Silva criolla a un bardo amigo, que dio impulso al
movimiento literario de la poesía criollista que a finales del siglo XIX y
comienzos del XX al que se sumaron autores como M.V. Romero García y Rómulo Gallegos.
Otros de sus poemas son Crepusculares, escritos entre 1893 y 1894; Veguera, publicado
en el Cojo Ilustrado el 1 de septiembre de 1897, Flor de Pascua y Consuelo.
Su obra poética apareció publicada en El Álbum (1895); en el
periódico El Verbo Liberal y en el Cojo Ilustrado (1897).
José Rafael Pocaterra
Destacó como
uno de los mejores novelistas venezolanos de las primeras décadas del siglo XX,
periodo literariamente dominado por la narrativa realista y naturalista.
También cronista y poeta, José Rafael Pocaterra es considerado, además, un gran
maestro del relato breve.
Publicó
numerosos cuentos, novelas, artículos y crónicas de prensa. Su obra más
conocida es Memorias de un venezolano de la decadencia, una de las más severas
críticas al régimen de Juan Vicente Gómez.